
Las singulares condiciones climáticas del Valle de Peñamellera Alta (humedad y temperatura), son las que le dan ese sabor y textura tan característicos e inimitables.
El queso de Peñamellera, se compone principalmente con leche de vaca de la Comarca de los Picos de Europa, si bien puede se le puede añadir en ocasiones leche de cabra u oveja, que le proporcionrá un sabor más marcado.
El proceso, es similar al seguido desde la antigúedad, pero adaptado a las exigencias higiénico- sanitarias y estándares de calidad del siglo XXI.
La leche se calienta hasta unos 30º, se coagula la leche, la masa se corta, se desuera lentamente y se vierte en moldes, aplicando un toque de sal en ambas caras que contribuye a su característico sabor.
La maduración se realiza tradicionalemente encima de una estructura de varas de avellano denominada » zardo», que es la que causa las caraterísticas marcas cuadriculadas de su corteza.
El proceso varía en función de la variedad, pero dura 15 días como mínimo.
